Moradores de un sector rural del municipio Simón Bolívar, aledaño al vertedero de basura de la zona metropolitana, se quejaron de la falta de distribución del líquido potable
Barcelona.- Los habitantes del sector Cerro de Piedra, zona rural del municipio Simón Bolívar, carecen completamente del servicio de agua potable por tubería, por lo cual deben comprárselas a los camiones cisternas.
La vecina Dayeslin Osorio explicó que diariamente deben destinar 180 bolívares por cada tambor de agua debido a la falta de una red de distribución por tuberías. “Gastamos más de 800 bolívares semanales por este concepto”.
Las interrupciones en el servicio de electricidad son otra de las dificultades que deben soportar los moradores de esta comunidad, afirmó Misael Caigua, obrero del ambulatorio local. “Solamente el martes de esta semana se fue varias veces. Esto parece arbolito de navidad”, dijo.
“Queremos hacer un llamado al gobernador del estado a fin de que se aboque a solucionar nuestros problemas, que en realidad son bastante numerosos”, expresó la vecina del sector Rosa Marín.
Pero, el agua y la electricidad no son los únicas deficiencias que aquejan a los habitantes de Cerro de Piedra, pues la contaminación, enfermedades, falta de insumos en el ambulatorio y dificultad de acceso al transporte, se suman a esta lista.
Insectos, insalubridad y humo constante también afectan el día a día de los vecinos de Cerro de Piedra, pues muy cerca de esta comunidad se encuentra el vertedero en el que depositan toda la basura de la zona metropolitana del estado.
Los mosquitos, causantes de diversos virus, proliferan debido a la gran cantidad de agua estancada, y “hace tiempo que no fumigan como hacían en años anteriores”, dijo Rosa Marín.
Ambulatorio a medias
Con grandes limitaciones funciona el ambulatorio de ese asentamiento rural, ya que no cuenta con suficientes insumos y además carece del servicio de agua potable.
“Nos falta de todo, desde medicamentos hasta mobiliario, todo”, afirmó la médico del dispensario Rosi Gómez.
Explicó que no tienen los instrumentos más básicos para trabajar, como, por ejemplo, un equipo ORL, necesario para evaluar oídos, vías respiratorias, laringe y faringe. “Ni un tensiómetro tenemos”.
El área de cura, a la cual llegan las emergencias, requiere un diván o una camilla. En este espacio, los pacientes no tienen donde ser atendidos y deben ser curados en el consultorio.
“Me meo obligada a tener al paciente que atiendo en la silla y al de emergencia en la camilla del consultorio. Necesitamos con urgencia un diván”, reiteró Gómez.
Con respecto a los medicamentos, la galeno aseguró que les llegan muy pocos y los que receta a sus pacientes, en algunas ocasiones, no los consiguen debido a las escasez.
Los vecinos aseguraron que también necesitan con urgencia una ambulancia, pues en casos de emergencia deben ser remitidos al hospital Luis Razetti y muchos no cuentan con vehículos particulares.
“Si hay una emergencia tenemos que correr y buscar un vecino con carro. Necesitamos una ambulancia urgente porque esto queda muy lejos del Razetti”, recalcó el trabajador del ambulatorio Misael Caigua.
Sin transporte
El sistema de transporte es “pésimo”, denunciaron quienes viven en la localidad.
“Puedes esperar hasta dos horas por un carro por puesto que te lleve hasta la fuente luminosa de Barcelona”, dijo la vecina Isabel Buriel.
Casos febriles
Rosi Gómez, médico del ambulatorio del sector Cerro de Piedra de Barcelona, informó que en la última semana ha atendido más de 36 casos febriles con sintomatología del zika y no cuenta con los medicamentos para tratarlos. Agregó que también ha recibido numerosos pacientes con escabiosis, también conocida como sarna, y tampoco tiene el tratamiento.
Comedor popular
La trabajadora del comedor popular del sector Cerro de Piedra, Isabel Buriel, informó que ese servicio no ha empezado a funcionar este año porque no han llegado los alimentos. De este programa se benefician unas 110 personas diarias. “Hasta finales de 2015 se estaba dando sólo el almuerzo, aunque anteriormente también se servía desayuno y cena”, comentó Buriel.