Falta de alumbrado público, tramos en mal estado y hundimiento en varias partes se observan en la vía de Aguas Calientes, que comunica al estado Anzoátegui con Miranda
Barcelona.- Desolada y con marcados signos de deterioro se encuentra la carretera vieja de la zona oeste, que comunica a los estados Anzoátegui y Miranda, y que hace 16 años fue sustituida por la autopista Gran Mariscal de Ayacucho.
El tramo, conocido como Aguas Calientes, pasó a ser usado mayoritariamente por los habitantes de las poblaciones que hay en sus alrededores como Guanape, Valle de Guanape, El Alambre, Aguas Calientes (Anzoátegui) y San José de Guaribe (Guárico).
La vía inicia en la estación de servicios (E/S) Los Tres Hermanos, ubicada en Clarines (Bruzual), y culmina en Boca de Uchire (Capistrano), donde los conductores se incorporan a la troncal 9.
El camionero José Vera dice que es uno de los pocos que frecuentan esa ruta. Argumenta que por allí se ahorra más de media hora de camino, pero teme ser víctima del hampa porque el lugar se ha convertido en una guillotina.
“Carece de alumbrado público, ojos de gato, señalizaciones y el asfaltado está cediendo en los hombrillos”.
Durante un recorrido, realizado a principios de este mes, se observó que son pocos los choferes que transitan por este trayecto, el cual regularmente luce solitario. Cada 20 metros, aproximadamente, hay un deslizamiento o hundimiento del asfalto, por lo que hay que estar pendiente de las fallas.
Ellos sí la conocen
Quienes sí manifestaron conocer las averías de la vía son los habitantes de las comunidades rurales que la bordean, quienes se quejan por el mal estado y por la falta de transporte público.
“Tenemos más de 10 años sin ver una gota de asfalto en la carretera vieja. Salir de nuestros hogares es una odisea. Los que más sufren son los chamos que van a la escuela”, se quejó el ama de casa Mirna Paredes.
Refirió que los escolares faltan con regularidad a clases, debido a que los tres autobuses que cubren esa ruta apenas pasan dos veces al día.
Dice que su nieto llega a la parada a las 4:00 am todos los días, pero al menos una vez a la semana debe regresarse porque no pasó el autobús, tras cuatro horas de espera.
Quienes bordean la desolada vía claman a las autoridades para que los incluyan en los presupuestos anuales, pues aseguran que más nunca los visitaron.
Ya cedieron cuatro
En la carretera vieja del oeste anzoatiguense, conocida como Aguas Calientes, hay cuatro alcantarillas caídas. Los habitantes de las poblaciones aledañas aseguran que tienen más de dos años en constante deslizamiento. Advierten que si los tramos no son reparados antes de las lluvias van a quedar incomunicados.