En el municipio Simón Rodríguez, las unidades de atención de enfermos mentales y para personas de la tercera edad tratan de sobrevivir entre la aparente insuficiencia de recursos
El Tigre.- Apenas escuchan el sonido del timbre de la puerta, algunos de los pacientes recluidos en el Centro para la Atención de la Salud Mental (Cepasam) de El Tigre, salen apresurados a asomarse por las rejas con miradas ansiosas.
Son parte de los 34 rostros de hombres y mujeres que permanecen en esa entidad dependiente de la gobernación.
Casi todos aguardan la mayor parte del día en un largo salón. Algunos caminan, otros se quedan en sus sillas de ruedas con las miradas perdidas o sus espaldas desgonzadas.
Un profesor de Inglés saluda con perfecta pronunciación, otros hablan de irse o piden con ansias una caja de cigarrillos.
Mientras que los demás “reposan” en habitaciones, tendidos sobre colchones desnudos y donde la única brisa que se respira entra por unas ventanas de bloque.
Sueñan, deliran y padecen detrás de cuatro paredes agrietadas de la vetusta sede, que pasó a ser su casa desde el diagnóstico psiquiátrico y el abandono de sus familiares.
Desde hace tres años, parte de la cerca perimetral lateral se derrumbó y nadie la levantó.
Los consultorios de los psiquiatras están a punto de caerse por la humedad. Unos árboles frondosos amenazan con terminar de socavar la frágil estructura.
Los detalles de la última reparación al centro apenas se distinguen en un valla rasgada y descolorida de la gestión del exgobernador Tarek William Saab.
Lo único que parece sostener el espacio es la dedicación de la seis enfermeras, tres psiquiatras y las cocineras.
Ningún trabajador puede declarar. Quienes han pasado por Cepasam o lo han visitado, no dudan en decir que parte que “la mayor parte del tiempo, la institución sobrevive de la caridad de comunidad”.
Ropa, zapatos, sabanas y alimentos son donados por clubes sociales, empresas, iglesias, gremios y fundaciones. Hasta una urna cuando muere un paciente han tenido que salir a pedir.
El centro recibe 50 mil bolívares mensuales por parte de Saludanz para gastos de los medicamentos y productos de higiene.
Los alimentos llegan por vía de una cooperativa, aunque pasaron cuatro meses (desde junio a septiembre) sin el abastecimiento regular, dijo un empleado. Ahí metió de nuevo la mano el altruismo.
Hacia la parte oeste de la ciudad, en la vía a Los Yopales, funciona el Centro Geriátrico María Auxiliadora, donde están albergados 58 adultos mayores.
El ambiente es fresco y apacible. Los ancianos se recrean en un extenso patio. Son hombres y mujeres que quedaron en situación de calle, estado de abandono o pobreza extrema.
Entre lo bueno y lo malo
Dentro de ese grupo está José Hilario Fuentes Sánchez, originario de Cúcuta, de 78 años, que llegó al geriátrico desde hace seis. “Me quedaré aquí para siempre”.
Recibe a la gente en la puerta y se preocupa por el funcionamiento del centro. “Lo bueno es que nos dan la comida, la vivienda y las medicinas; lo malo es que no hay buena luz ni agua suficiente para bañarnos y lavar”.
La sede depende del Instituto Nacional de los Servicios Sociales (Inass) y de la vicepresidencia de la Suma Felicidad.
El director del centro, Oscar Carías, explicó que reciben los alimentos de Fundaproal de forma semanal con lo que garantizan las tres raciones a los adultos.
El abandono parece venir más de la familia. “90% de los pacientes no reciben visitas de sus parientes”, dijo.
La inseguridad es otro factor que atenta contra la tranquilidad, pues el establecimiento ha sido blanco de delincuentes que hurtaron lavadoras, televisores y la bomba de agua.
Comentó que reciben un presupuesto anual de 50 mil bolívares. Además de la colaboración de la alcaldía, Pdvsa y del “gran corazón de la gente de El Tigre”.
Indolencia oficial
La psicóloga clínico Belsaí Yánez explicó que en Venezuela los pacientes psiquiátricos y los ancianos suelen ser descuidados por los entes oficiales y por la propia familia. “Estamos ante un Estado indolente y una sociedad criminal”.
En el caso de Cepasam indicó que se encuentra en el piso debido a fallas físicas, carencias de medicamentos, comida, lencería y equipos ortopédicos. “Viven de la caridad y de alguien que se acuerde de ellos”.
La psicólogo tigrense agregó que si el Gobierno nacional tiene un espíritu humanista y socialista, como lo pregona, debe atender con dignidad a ese tipo de pacientes. “Se requiere de programas permanentes y no de acciones esporádicas”.
Manos amigas
Parte de la vida y andar del geriátrico María Auxiliadora y el Cepasam proviene de fundaciones y clubes sociales, entre esos Rotary It Che Me, la Fundación de Asistencia Social Integral Comunitaria (Fundasica), Pdvsa y la primera dama, Liza Mijares. El presidente del Rotary Club It Che Me en El Tigre, Ernesto Adrianza, apuntó que se apoyan en empresas de la zona y gente solidaria para conseguir alimentos, insumos médicos y fármacos. El miembro de Fundasica, Enrique Marcano consideró que la condición de los centros debería darle vergüenza a quienes gobiernan.
Diagnóstico
El alcalde del municipio Simón Rodríguez, Jesús Figuera, informó que ha ordenado el diagnóstico de Cepasam y del geriátrico María Auxiliadora, pues son instituciones necesarias para el tratamiento y abordaje de pacientes.
Aunque ambos recintos no dependen de la municipalidad, indicó Fi- guera que los estudios técnicos los consignarán ante el despacho del gobernador Aristóbulo Istúriz y los ministerios respectivos, “con el objetivo de acometer las acciones a que haya lugar”. El mandatario municipal aseguró estar claro que es necesario iniciar un plan de recuperación de esos centros de salud para garantizar la atención y recuperación de las personas con algún déficit de salud mental o que estén en situación de abandono. “A veces vemos en nuestra misma comunidad en situación de indigencia”.
Padecimientos
6 enfermeras son las que atienden a los 34 pacientes psiquiátricos en el Cepasam de El Tigre. Esa cifra es considerada por voceros del sistema de salud como insuficiente, pues de acuerdo con las normas de la Enfermería deberían existir, al menos, 10 profesionales en esa institución.
Fundado
29 años de fundado tiene el centro atención psiquiátrica de El Tigre. Fue creado en 1986 con el nombre Asociación Civil Amigos del Enfermo Mental (Academ). Después pasó a llamarse Fundación de Amigos del Enfermo Mental (Fundacadem) y desde el 26/5/06 se constituye como Cepasam. Está ubicada en la Tercera calle Sur, en el sector La Esperanza.
Creación
El Centro Geriátrico María Auxiliadora surgió en el año 1969 como Asociación Civil La Montonera. En el año 1972 se convierte en asilo y residencia de ancianos y para 1999 fue constituido con la denominación actual. Está ubicado al final de la avenida 5 en la vía Los Yopales.